El mundo de las corbatas no es tan fácil como creemos, no consiste solo en escoger una que haga juego va mas allá. Sobre todo cuando el tiempo ha cambiado en cuanto a tendencias, gustos, cuando la imagen que tratamos de proyectar juega un rol importante en nuestro día a día. Debo confesar que tiempo atrás no le daba mucha importancia a este accesorio que para los hombres es lo que a nosotras las chicas el bolso. Haciendo memoria recuerdo cuando mi papá usaba corbata para ir al trabajo, en esas épocas el combinarla con la camisa y terno era simple prácticamente aburrido por las tonalidades similares. Si la camisa era beige, buscaban una corbata marron o rallada en tonos no muy contrastantes.
Ahora es muy diferente lo que se busca es crear CONTRASTE, hacer que ese accesorio de vida y de un toque digamos alegre al verlo en conjunto con el saco y camisa. Si la camisa es negra, la corbata puede ser roja, verde, morada, plata, amarilla, rallada en tonos lavanda. Si la camisa es beige la corbata puede ser en tonos oro viejo a rayas con tonos marrones, negros. Se puede llevar una camisa a cuadros con una corbata a rayas o lunares.
Así como nosotras buscamos zapatos y carteras creando contraste lo mismo se busca con la corbata que cree contraste con el terno y usando de comodín la camisa.
La manera más practica de hacerlo a la hora de ir a comprar una nueva es coger en la tienda una camisa del color a la que le buscamos la corbata y así ir probando la que nos parece que iria bien, poniendola sobre ella sin necesidad de probarnosla, de la misma manera sobre el saco que usaremos. No tiene pierde es mucho más visual ya que la imagen del color al recordarla puede no sernos de mucha ayuda.
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